Masculino y Femenino

Muchas veces se ha escuchado en diversas conversaciones en donde se plantea que la mujer y el hombre son energías diferentes,de acuerdo , pero también he descubierto a lo largo de mi propio aprendizaje que el hombre y la mujer poseemos características de ambos sexos, la mujer tiene algo de masculino y el hombre algo de femenino, sin este equilibrio la vida no podría existir en su danza sagrada.



Carl Jung, Psiquiatra, psicólogo y ensayista suizo , llama anima a lo femenino en el alma masculina y animus a lo masculino en el alma femenina, es así como ambas características pertenecen a la estructura de nuestra conciencia. Entonces cuando permanecemos inconscientes de uno de los dos polos, renunciamos a sus características y perdemos por consecuencia sus cualidades.


Desde el principio de los tiempos hemos escuchado que el rol femenino ha sido el principal protagonista de la evolución humana, entendiendo que este rol habita en las dos manifestaciones sexuales, desde luego en la historia han habido momentos en los cuales la energía se ha desequilibrado dejando a uno de los sexos en una lugar bastante oscuro y olvidado. El feminismo y el machismo son ideologías muy peligrosas, dueñas de un mismo fin " la subyugación de lo opuesto".


La transición de la conciencia de lo femenino sagrado en la historia hacia una visión patriarcal y masculina de lo sagrado, ha sacrificado y abandonado lo femenino. Tanto en los hombres como en las mujeres lo femenino se sumerge para pasar al mundo de las sombras, y desde aquí desde el inconsciente emerge a través del instinto y la sensualidad, poniéndose al servicio del ego animal e identificándose con el cuerpo de la mujer. Remover estas estructuras desequilibrantes es nuestra labor humana, volver a lo natural y conocernos nos atañe directamente a nosotros como sociedad.


La estructura arquetipica femenina esta dentro nuestro y nos concierne a todos no solo a mujeres, es como el propio Ying y Yang interior. Es la que establece los parámetros de ternura y suavidad, sutileza, protección de la vida , etc., pero por sobre todo de energía receptora.


A través de la evolución cultural humana, hemos llegado a comprender que nuestros ancestros, no solo sabían este principio si no mas bien lo veneraban en un respeto absoluto. La adoración a la tierra que es la primera conciencia de lo femenino, ocurre como fenómeno en todos los pueblos ancestrales, ella es la primera Sacerdotisa, pues se comprende como una entidad viva que nos alimenta, nos nutre , nos cobija, nos brinda la posibilidad de realizarnos en el plano de la material. Aun mas profundo es el descubrimiento cientifico de que el planeta tierra y todas las criaturas que habitan en ella estan compuestas de los mismos minerales, somos ella misma, a ella volvemos , de ella nacemos, es la gran madre.

Lo femenino siempre venera y respeta los misterios de la naturaleza, que son sus propios misterios y muy rara vez atenta contra ello, lo femenino acepta lo que es, fluye con el existir, no intenta cambiar el curso de los acontecimientos, se entrega puro a la existencia en conciencia de que es uno con ella, este principio nos lleva a soltar las amarras en vez de poseer, a vivir la vida como un proceso mas que como una condición estática, el despliegue de lo femenino dentro del alma permite al " yo individual"empezar a retornar a si mismo y conectar con su ser mas integro, cuerpo alma y espíritu en equilibrio y así reconocer su relación con la condición humana.

A lo largo de la historia las mujeres han sido las depositarias del significado de las emociones y de los valores atribuidos a las Diosas, entonces la mujeres podemos volver a vibrar con este aspecto vital de la naturaleza femenina, para llevarla otra vez al mundo, en tanto los hombres pueden abrirse al aspecto dinámico de lo femenino y facilitar desde aquí las transformaciones necesarias en las estructuras políticas, sociales, económicas y religiosas gobernantes.

La belleza de nuestro existir esta en ser conscientes de que lo único que mueve a la vida es el amor, que todo lo que nos rodea es parte de nosotros mismos y por tanto , hombres y mujeres en este equilibrio somos los encargados de educar a las nuevas generaciones para hacer una humanidad libre, sin competencias entre lo femenino y lo masculino, entre la razón y la emoción, si no mas bien en una alianza que nos permita evolucionar a una sociedad mas respetuosa del otro, con valores cimentados en la verdad y el amor